miércoles, 29 de junio de 2011


Uno de los momentos que se repite cada año, y además uno de mis favoritos, es cuando acabo los examenes finales y de repente me doy cuenta de que no tengo nada que hacer. Entonces, una sonrisa se dibuja en mi cara y para matar el tempo me hago una elaborada lista mientras me tomo algo fresquito.
Sé lo que significa: se acerca el sol, el buen tiempo,los dias largos, los abrigos guardados, las ganas de hacer cosas y gastar en ese arte que cuelga de las perchas...


¡Huele a VERANO!

1 comentario:

Marta dijo...

Nyam! Qué buena pinta:)